Abstract
Tradicionalmente el surgimiento y aprovechamiento de los medios de comunicación en México ha nacido y sigue emergiendo calcado sobre la estructura y dinámica económica de nuestra sociedad nacional. Es decir, los procesos masivos de comunicación no han aparecido en espacios neutros o independientes, sino que han cobrado vida vinculados a las necesidades de existencia y reproducción de nuestra sociedad capitalista en vías de industrialización. Dentro de este marco histórico, el margen de participación de los movimientos sociales a través de los medios de comunicación no ha sido monolítico; sino que ha oscilado formando una gama de intervención que varía desde los canales escritos hasta los electrónicos.